«Recuerdo estar con tres años en el salón de casa, sentado frente a un equipo Hi-Fi y escuchando música con unos cascos enormes y alucinar con los sonidos. En la adolescencia cumplí la fantasía de formar una banda. Argentina es un país con muchísima cultura musical. Aunque me sentía muy atraído por el grunge también escuchaba funk, jazz, tango… Cuando cambié Mar de Plata por Ibiza aparqué la batería y la guitarra. ¡La electrónica me voló la cabeza! Mi primer trabajo fue en un bar de Caló des Moró. Pasaba horas recopilando, grabando e intentando mezclar todo en un viejo equipo Denon para ponerle sonido al atardecer. Hace diez años tuve la suerte de empezar a trabajar en esta familia llamada Grupo Nassau. Personas muy talentosas como Mariano Somoza, David Crops o Alex Kentucky marcaron mis gustos musicales. Porque la música son más que sonidos, son momentos, historias y recuerdos; ese sitio donde nos encontramos. Magia.»